
El Gobierno de Canarias apuesta por la desalación para combatir la escasez de agua en la agricultura
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El Gobierno de Canarias ha dado un paso decisivo para paliar los efectos de la sequía en el sector agrario con la adquisición de diez nuevas plantas desaladoras, ocho de las cuales han sido desarrolladas por el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC). Estas infraestructuras, diseñadas con tecnología isleña, suponen un avance en eficiencia energética en desalación por ósmosis inversa, al reducir hasta en un 25% el consumo energético respecto a instalaciones convencionales.
Visita institucional al ITC para fortalecer la cooperación en innovación agraria
El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, Narvay Quintero, acompañado de la consejera delegada del ITC, Guayarmina Peña, visitó el pasado 23 de abril las instalaciones del centro en Pozo Izquierdo, Gran Canaria. El objetivo fue realizar un seguimiento de los proyectos conjuntos y conocer de primera mano el funcionamiento de la planta experimental de desalación de agua de mar, perteneciente al programa DESALRO 2.0.
Durante la jornada también participaron el director de I+D+i, Gonzalo Piernavieja, el responsable del Departamento de Aguas, Baltasar Peñate, el técnico de proyectos Juan Antonio de la Fuente y el responsable del Departamento de Análisis Ambiental, Ricardo Díaz.
Tecnología eficiente para el sector agrícola isleño
El sistema desarrollado por el ITC puede alcanzar una producción de 2.500 m³ diarios por unidad, y gracias a su diseño contenerizado, permite una rápida implementación en el territorio. Además, garantiza agua de calidad apta para riego, con niveles de boro inferiores a 1 mg/l.
Estas plantas serán distribuidas entre los distintos Consejos Insulares de Aguas. Las localizaciones confirmadas incluyen:
- La Palma (Tazacorte)
- La Gomera (Hermigua)
- Fuerteventura (Gran Tarajal)
- Lanzarote (Arrecife)
- Tenerife (Granadilla e Isla Baja)
- Gran Canaria (La Aldea, Arucas y Moya)
- El Hierro, a través de una subvención al Cabildo
El conjunto de instalaciones, con una inversión total de 13,4 millones de euros, aportará una capacidad de desalación de 22.600 m³ diarios, equivalente a 8,24 millones de m³ anuales de agua adicional para riego.
Soluciones duraderas frente a la emergencia hídrica
“El déficit de precipitaciones y las anomalías térmicas registradas en los últimos años han provocado que se requieran medidas inmediatas, como las ayudas directas a distintos cultivos concedidas a principios de año, pero también soluciones duraderas que nos permitan incrementar los recursos hídricos tanto desde la producción de agua de riego como a través de la mejora de las redes e infraestructuras”, señaló el consejero Quintero.
Además, destacó el papel del ITC como líder internacional en desalación:
“El ITC es un referente internacional en desalación y este prototipo de desaladora, que parte de tecnología y capital humano canario y está adaptada para ofrecer agua para uso agrario, es una de las más eficientes del mundo”.
Innovación para una agricultura más segura y sostenible
Por su parte, Guayarmina Peña subrayó la capacidad del ITC para aportar valor al desarrollo regional:
“El conocimiento y la tecnología desarrollada en el ITC nos permiten ofrecer soluciones innovadoras al sector productivo, y este sistema de desalación eficiente es un ejemplo claro de cómo podemos responder de manera eficiente y sostenible a las necesidades del Gobierno de Canarias”.
Además, destacó la colaboración con el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) en proyectos que impulsan una agricultura con identidad, saludable y trazable, como los estudios científicos que evalúan la seguridad alimentaria y trazabilidad del producto local.
Servicios analíticos para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad
Durante la visita, también se destacó la labor del Laboratorio de Análisis de Residuos de Plaguicidas de Canarias, coordinado por el ITC. Esta entidad acreditada presta servicios analíticos clave a las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH), evaluando residuos fitosanitarios y contribuyendo a la preservación de la salud del suelo agrícola.
Economía circular: biogás y fertilizantes a partir de residuos agrarios
En el ámbito de las energías renovables aplicadas a la agricultura, el ITC desarrolla sistemas de biodigestión anaerobia para transformar residuos agrícolas y ganaderos en biogás y digestato. Este último, aprovechado como fertilizante orgánico, mejora la fertilidad del suelo y cierra el ciclo de los nutrientes.
La valorización de este subproducto se acompaña de estudios analíticos para su correcta gestión y aplicación, promoviendo la sostenibilidad en las explotaciones ganaderas.
Apuesta por el hidrógeno verde y nuevos fertilizantes sostenibles
En su planta piloto BIOGREENFINERY, el ITC experimenta con la producción de amoniaco verde, una solución con gran potencial como vector energético en transporte marítimo. Además, se investiga su aplicación como base para fertilizantes de alta asimilación agrícola, como urea, nitrato de amonio y sulfato de amonio.
Proyectos estratégicos para el producto local
El ITC también participa en iniciativas como GO-TRAZCAN, junto al ICIA, las universidades públicas canarias y COPLACA, para identificar marcadores de calidad y origen en la piña tropical. Además, colabora en el proyecto ALSEMAC, dentro del programa Interreg MAC, que promueve el consumo de alimentos seguros, saludables y sostenibles.