La Universidad de Alicante escala el proceso de descontaminación de plástico reciclado mediante la construcción de una planta piloto

Investigadores de la Universidad de Alicante trabajan en una tecnología innovadora para eliminar contaminantes de plásticos reciclados para usos de alto valor añadido y promover la economía circular
Investigadoras del proyecto con equipos del proceso: a la izquierda planta de nanofiltración y a la derecha reactor de tanque agitado
16-05-2025
Publicado en

La Universidad de Alicante (UA) ha puesto en marcha una planta piloto para promocionar y evaluar la viabilidad comercial de la patente ES2835344B2, titulada “Procedimiento para la descontaminación de plástico reciclado”.

Este proyecto, financiado por la de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) y cofinanciado por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Comunitat Valenciana 2021-2027, busca transformar la industria del reciclaje con una tecnología que ya está en el mercado y que podría marcar un antes y un después en la reutilización de plásticos. La planta piloto está ubicada en los laboratorios del grupo Ingeniería para la Economía Circular (I4CE), dirigido por el catedrático en Ingeniería Química de la UA Andrés Fullana.

 

La planta piloto ubicada en los laboratorios del grupo Ingeniería para la Economía Circular responde a la creciente necesidad de la industria del reciclaje de obtener plásticos reciclados con calidad equiparable a los materiales vírgenes.

 

Su desarrollo responde a la creciente necesidad de la industria del reciclaje de obtener plásticos reciclados con calidad equiparable a los materiales vírgenes, un requisito fundamental para su integración en sectores exigentes como el farmacéutico, el de envases o la fabricación de juguetes. Previamente, la UA había desarrollado el proceso a escala de laboratorio, pero hasta ahora, no se había contemplado la creación de una planta piloto para este proceso químico, cuyo escalado a nivel industrial presenta incertidumbres en su viabilidad técnica y operativa que se están resolviendo.

 

Un proceso pionero para un reciclaje más eficiente

El principal objetivo del proyecto es demostrar la viabilidad técnica y comercial de un proceso innovador de descontaminación. Actualmente, la baja calidad del plástico reciclado debido a la presencia de contaminantes limita su reutilización en aplicaciones de alto valor añadido. Este nuevo proceso La planta piloto ubicada en los laboratorios del grupo Ingeniería para la Economía Circular responde a la creciente necesidad de la industria del reciclaje de obtener plásticos reciclados con calidad equiparable a los materiales vírgenes Paloma Carbonell-Hermida, Alba Lloret Villagordo, Andrés Fullana e Investigadores de la Universidad de Alicante trabajan en una tecnología innovadora para eliminar contaminantes de plásticos reciclados para usos de alto valor añadido y promover la economía circular.

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Figura 1. Diagrama de flujo del proceso de descontaminación de plástico reciclado

 

El sistema patentado por la UA engloba la descontaminación del plástico reciclado con un disolvente de elevado peso molecular soluble en agua, así como su posterior lavado con agua. El disolvente escogido para operar la planta piloto ha sido el polietilenglicol (PEG), ya que es uno de los más comerciables. A diferencia de los procesos tradicionales que emplean disolventes orgánicos más agresivos, este método permite una descontaminación más eficiente y segura, sin riesgos de explosión ni emisiones contaminantes.

 

La planta piloto de la UA representa un paso significativo en la búsqueda de soluciones innovadoras que permitan incrementar la reutilización de plásticos en aplicaciones de alto valor.

 

Cuatro etapas clave en la descontaminación del plástico reciclado

El proceso desarrollado en la planta piloto se estructura en cuatro fases fundamentales:

1. Extracción de contaminantes. En la primera fase, el plástico reciclado se introduce en un reactor de tanque agitado, donde entra en contacto con PEG. La temperatura de trabajo varía según el tipo de plástico utilizado, pero puede alcanzar hasta 180 °C. Este tratamiento permite eliminar sustancias añadidas no intencionadamente (NIAS) y otros residuos presentes en la matriz del material. La principal ventaja del PEG frente a otros disolventes convencionales es que permite trabajar a temperaturas superiores al punto de ebullición del agua sin necesidad de sistemas de alta presión, mejorando la eficiencia del proceso.

2. Lavado y eliminación de disolvente. Una vez descontaminado, el plástico pasa a una centrífuga tipo basket, donde se retira el PEG residual y se lava con agua. Este paso representa otra ventaja respecto a los métodos convencionales, ya que estos últimos requieren tratamientos adicionales para evitar la contaminación del plástico y recuperar el disolvente atrapado. En los sistemas convencionales, la eliminación del disolvente suele realizarse mediante secado con calor, un procedimiento que suele ser costoso y conlleva riesgos medioambientales y de seguridad. Además, el lavado con agua facilita la eliminación total del disolvente sin procesos adicionales complejos.

3. Recuperación de disolvente. En esta etapa, el PEG se separa del agua utilizada en el lavado mediante membranas de nanofiltración. Debido a su alto peso molecular, el PEG no atraviesa la membrana, mientras que el agua y los contaminantes sí lo hacen. Este método mecánico, que sustituye a la destilación convencional, reduce los costos operativos en un 80 %, minimizando también el consumo energético.

4. Reutilización del agua. El agua extraída en el proceso de nanofiltración se somete a un tratamiento estándar para eliminar los contaminantes antes de recircularla hacia la unidad de lavado del plástico, optimizando así el consumo de recursos y reduciendo el impacto ambiental.

 

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Hacia un futuro más sostenible 

La descontaminación eficaz del plástico reciclado es un desafío clave para la industria del reciclaje. La planta piloto de la UA representa un paso significativo en la búsqueda de soluciones innovadoras que permitan incrementar la reutilización de plásticos en aplicaciones de alto valor, garantizando al mismo tiempo procesos más sostenibles y rentables. Con esta iniciativa, la universidad refuerza su compromiso con la economía circular y la investigación aplicada al desarrollo de tecnologías más limpias y eficientes.

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