
La UE reevalúa los objetivos de recogida de RAEE hacia un modelo más realista, circular y colaborativo
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La Directiva (UE) 2024/884 exige a la Comisión Europea que, antes del 31 de diciembre de 2026, evalúe la necesidad de revisar el marco legislativo vigente sobre la gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). En caso afirmativo, deberá presentar una propuesta legislativa acompañada de una evaluación integral de su impacto socioeconómico y ambiental.
Con este horizonte, el Foro RAEE trabaja en la elaboración de recomendaciones que contribuyan a definir objetivos ambiciosos pero alcanzables, en línea con los principios de la economía circular y alineados con la futura Ley de Economía Circular, cuya adopción está prevista para 2026.
Limitaciones del método actual: el POM como métrica ineficiente
El modelo regulador vigente, sustentado por la Directiva 2012/19/UE, establece como meta alcanzar el 65 % del peso medio de productos comercializados en los tres años anteriores (POM) o el 85 % de los RAEE generados anualmente. Sin embargo, el análisis revela que el enfoque basado en POM no se ajusta a la realidad del mercado.
“Es ampliamente reconocido que el método actual del objetivo de recogida del 65 %, basado en las cantidades de productos comercializados en los tres años anteriores, no es preciso ni alcanzable…”, señaló Nathalie Yserd, vicepresidenta del Foro RAEE.
El principal problema identificado reside en que el POM ignora la vida útil real de los productos. El crecimiento de aparatos con mayor durabilidad hace que las cifras actuales sean inviables para la mayoría de los Estados miembros. Así, se propone dejar de utilizar este método como criterio para determinar incumplimientos legales.
Una alternativa robusta: cálculo basado en RAEE generados
Como respuesta, se destaca que el cálculo basado en RAEE generados ofrece una métrica más robusta y estable. Esta metodología minimiza el impacto de las fluctuaciones del mercado al considerar la distribución de vida útil por categorías de producto.
A pesar de sus ventajas, su implementación enfrenta retos. Solo ocho Estados miembros la utilizan actualmente, en parte por la complejidad de la herramienta de Excel existente y su falta de alineación con las métricas de Eurostat. Asimismo, el ambicioso objetivo del 85 % de recogida sigue resultando difícil de alcanzar en la práctica.
“El futuro método de cálculo de la tasa de recogida debe tener en cuenta la variable vida útil de los productos contemplados en la Directiva RAEE revisada”, afirmó Bruno Vermoesen, presidente de Recupel.
Propuestas del estudio: armonización, realismo y calidad
El estudio propone simplificar el sistema de cálculo armonizando los datos con los informes de Eurostat, y utilizando la vida útil por categoría de RAEE. Además, sugiere establecer objetivos más realistas y respaldarlos con estudios periódicos a nivel europeo, que analicen tanto la duración media como la cuota de mercado de los productos.
Entre las recomendaciones clave, destaca la adopción de un marco de múltiples objetivos que contemple no solo el volumen de recogida, sino también:
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la calidad del servicio,
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la preparación para la reutilización,
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la reducción de flujos paralelos ilegales,
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el reciclaje de materias primas críticas,
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y la concienciación ciudadana.
Hacia una responsabilidad compartida: el principio de "todos los actores"
El estudio también subraya la importancia de un enfoque colaborativo a través del principio de “todos los actores”, que atribuye responsabilidad a todos los agentes involucrados en la gestión de RAEE: productores, distribuidores, municipios, recicladores, restauradores, consumidores, autoridades aduaneras y organismos de control.
“El Foro WEEE hace un llamado a la acción colaborativa: el principio de Responsabilidad Extendida del Productor debe repensarse…”, señaló Pascal Leroy, director general del Foro WEEE.
Economía circular europea
Durante el lanzamiento del estudio, celebrado el 2 de junio en el Parlamento Europeo, 90 expertos y responsables políticos debatieron los desafíos del actual sistema y las claves para garantizar la circularidad y el acceso a materias primas críticas.
“Necesitamos un marco de RAEE de nueva generación, que realmente funcione sobre el terreno…”, afirmó el eurodiputado Bruno Tobback (S&D, Bélgica). “La circularidad no solo es lo correcto para nuestro clima y nuestro medio ambiente. Es la única medida inteligente para nuestra resiliencia industrial, nuestra competitividad y nuestra prosperidad”.